Después de mucho barrer y golpearme la cabeza en los montantes de los aviones que había dentro del hangar, me fui olvidando del Servicio Militar Obligatorio, y surgió un inesperado deseo en mí de volar. Así se lo hice saber a Robetto.
- Bertram, comenzamos de nuevo. Le pregunto : porqué desea volar ?
- Porque me gusta Sr. Robetto.
- Ahora sí. Ahora le voy a enseñar a volar. Pida ayuda y saque el J3 afuera.
Así empezó ésta historia. El 13 de julio de 1968, comencé el curso de Piloto Privado de Avión, en un Pipper J3 (LV-XHA) con un instructor de lujo, as de la Segunda Guerra Mundial, persona con un sentido de la fidelidad a su Patria de origen, Italia, y a la adoptiva, Alemania, que realmente lo enaltecerá por siempre.
El J3 es un monomotor liviano, convencional, que por la ubicación de su centro de gravedad debe volarse cuando se va solo, en el asiento de atrás. De modo que el que aprende vuela en esa posición y el Instructor en el asiento de adelante.
Así que Robetto adelante, Bertram atrás. Robetto hizo dar pala, el J3 se puso en marcha y carreteó hasta la cabecera. Prendió un cigarrillo, puso el J3 en posición de despegue y giró a medias su cuerpo hacia atrás para que yo escuchara.
- Mire Bertram, volar un avión es más fácil que manejar un coche. Pero no todos vuelan bien ni todos manejan bien. El automóvil le permite errores y el avión no. El cementerio está lleno de arrepentidos en aviación. Me entendió ?
- Si señor.
- Bueno, ponga los pies en los pedales y agarre la palanca. Cuando Ud. tira la palanca hacia atrás, el avión sube. Si la empuja hacia adelante, el avión baja. A la izquierda o derecha el avión vira. Los pedales son para compensar las fuerzas centrífuga y centrípeta. Tiene que coordinar palanca con pedal. Esto es el acelerador : si empuja acelera el motor y si reduce saca potencia. Me entendió ?
- Si señor. (Parecía tan fácil cómo lo explicaba !)
- Bueno, si entendió vuele. Acelere a fondo y no toque los pedales pero siga el movimiento que yo haga con ellos. Ud. se hace cargo de la palanca.
Robetto se agarró con las dos manos de los caños de estructura que tenía arriba del parabrisas el J3, cómo para que yo viera exactamente que él, la palanca, no la tenía. Aceleré a fondo y comenzamos a carretear. Todo iba de diez y derecho (el llevaba los pedales) hasta que ...
- Tire ! Tire de la palanca hacia atrás !
El J3 subió mucho.
- Baje ! Baje la nariz. Tire menos !
El J3 bajó mucho. Y así, tire, baje, sin que Robetto soltara las dos manos de arriba de los caños, todo el avioncito en mi poder, me hizo encontrar el ángulo de ascenso y fuimos trepando por los cielos de Balcarce.
Así volamos una media hora. Me explicó sobre los pocos instrumentos que tenía el avión -presión de aceite, temperatura, velocímetro y altímetro- coordinación palanca/pedal, velocidad de crucero, velocidad de pérdida.
Al cabo de esa media hora dice :
- Bertram, vamos a aterrizar. El avión lo vuelo yo pero Ud. siga los movimientos de la palanca , los pedales y el acelerador.
Reduce motor, el J3 planea (yo no sabía bien ni donde estábamos) y aterrizamos. El tren convencional obliga a estirarse hacia arriba y a un costado para ver mejor. Era típico verlo aterrizar y estirarse cómo una garza.
Así fuimos volando de a medias horas, los sábados y domingos. Poco a poco me enseñó a aterrizar y el fundamento del aterrizaje que es hacer caer el avión al suelo en el momento, la altura y el ángulo correcto.
Los reglamentos indican que el alumno puede volar sólo después de siete horas y media de instrucción. Cuando yo tenía tres horas y media, y luego de lo que debe haber constituido un buen aterrizaje, Robetto se da vuelta y pregunta :
- Bertram, se anima a volar solo ?
- ... !
No alcanzaba a contestar. No esperaba una pregunta así. Y Robetto no esperaba ni que yo contestara que si ni que no. El ya se había bajado y yo a escasos 30 días de haberlo conocido era incapaz de sugerir otra cosa. Porque Robetto siempre preguntaba por consideración y educación. Pero sus preguntas eran órdenes. Cerró las puertas bisagras del J3.
- Déle ! (y revoleaba un brazo)
Yo aceleré a pleno, el avión carreteó y voló. Tenía que hacer insólitamente mucha fuerza con los brazos en la palanca para que el J3 bajara la nariz (por algo que más adelante explico), y que el avión tomara la actitud de ascenso correcta. En vuelo nivelado también tenía que hacer mucha presión sobre la palanca, cosa que nunca me había ocurrido volando con Robetto. Me cansaba los brazos, pero yo estaba tan contento, que cantaba y cantaba a todo pulmón. Me parecía mentira estar volando sólo !
Las instrucciones eran que hiciera un circuito alrededor de la pista y aterrizara. Así lo hice, reduje motor, no tuve que hacer más presión sobre la palanca que estaba ahora muy livianita, el J3 planeó y aterricé con una suavidad asombrosa !
Del bar del Aero Club Cacho Panero me hacía señas (excelente muchacho que años más tarde tuvo un trágico accidente con el Cessna 172 llevando los camarógrafos que filmaron la vida de Juan M. Fangio) para que volviera a despegar. Yo lo llamaba a él. Que viniera porque no sabía las razones de tanta presión en la palanca. Más señas, nadie venía. Motor, ascenso, vuelo, presión, aproximación y otro aterrizaje ... perfecto !
Cacho Panero
Más señas. Pero ésta vez me empaqué y pensé que hasta que no viniera Robetto no salía. Vino Panero.
- Dale Juan Carlos ! Estás aterrizando muy bien. Robetto dice en el bar que nunca tuvo un alumno cómo vas que aterrizara tan bien !
- Pero Cacho, no puedo más con los brazos. Tengo que hacer siempre mucha fuerza sobre la palanca para que el J3 no trepe. No sé que pasa.
- Y porqué no corregís con la incidencia ?!
- Qué es la incidencia ?
- Pero Robetto no te enseñó que es la incidencia ?
- No.
Bueno, todos aquellos que sepan de vuelo comprenderán porqué yo aterrizaba tan bien. La incidencia modifica el ángulo de ataque de la parte fija del timón de profundidad, de modo que el avión esté en "equilibrio" en el aire, independientemente del peso o de la distribución del mismo. Y corrigiendo la incidencia la palanca también queda "suelta", livianita. Pero cómo la había dejado Robetto, para el vuelo de dos personas, y yo ahora sólo, cuando aceleraba el avión tendía a trepar, y cuando reducía, tomaba la actitud justa de planeo para un aterrizaje perfecto.
Robetto, cómo deducirán, no me había ni mencionado la incidencia. Y Bertram no aterrizaba bien. El J3 aterrizaba sólo. Y no es que Robetto fuera un mal maestro. Simplemente me había enseñado lo elemental, y luego se volaba bien porque se lo sentía y se era relativamente bueno, o no se volaba. Y quizá, cómo todo buen maestro, no todo lo decía ni lo enseñaba.
La respuesta fue : Me olvidé !
Y era tema terminado
No tenía otra significación. Ni connotación. Ni tampoco, para él, mayor importancia. Ni requería de mayores explicaciones. Ahora Bertram lo sabía y listo.
Y sin quererlo ni beberlo yo había admirado a propios y extraños con mis suaves aterrizajes, que por supuesto, nunca más, desde que aprendí que era la incidencia, me salieron tan bien !
En aproximadamente un mes y medio Robetto me enseñó a volar. Rendí examen el 7 de septiembre de 1968, con el Inspector Seguetti.
La velocidad de realización fue atípica pero providencial. El domingo, charlando con el Inspector Seguetti en el bar del Aero Club, y luego de que aprobara el examen, le comento mi interés en cumplir con un año de Aeronáutica.
Seguetti me pone al tanto de que tengo suerte, porque es él quien debe elevar las listas de pilotos en edad pre-militar, cosa que debe hacer al día siguiente. De modo que de no haber sido él quien me tomara el examen sino otro Inspector, la demora en que llegara a Buenos Aires ésta información, hubiera echado por tierra todo mi intento !
Cuento en forma breve, que finalmente me tocaba revisación en Comodoro Rivadavia y por distancia me presento más adelante en Tandil. Fui asombrosamente exceptuado por "sinequia costo diafragmática izquierda", cicatriz que aparece en las radiografías en las pleuras de los pulmones. Sin embargo, mis padres preocupados, y luego de muchas radiografías ampliadas de una clínica de Puerto Madryn, se encontraron con la sorpresa -y yo también- de que no tenía absolutamente nada ! Alguna mezcla de radiografías ocurrió en Tandil y me confundieron.
Durante éste breve tiempo comencé a conocer a Robetto. Me contaba cómo le gustaba enseñar a volar, pero lo aburría cada vez más enseñar ochitos, eses sobre caminos, etc. De todas maneras a mí me parecía todo fantástico, y ni que hablar cuando me enseñó deslizamientos !
Robetto me enseñaba la maniobra básica, cuanto menos tiempo mejor, y preguntaba:
- Entendió ?
Yo volaba todos los días de la semana, porque Robetto así lo había autorizado, porque al fin y al cabo sin duda le había caído bien y comenzó a hacer causa común con el tema del año de Aeronáutica. Por otra parte yo lo había compensado con que me gustaba volar ! Y no era cuestión de tomarlo con mucha calma.
Cómo Robetto estaba en plena campaña de fumigación y operaba de cierta manera desde el Aero Club, de a ratos que tenía libre, me controlaba o me enseñaba algo nuevo.
Pero también nos juntábamos en el bar y charlábamos. Cuando trabajaba su menú era queso de rallar y Coca Cola. Siempre tomaba ésa gaseosa. Mucho café negro y cigarrillos Particulares sin filtro.
Hoy día yo sigo fumando bastante (segunda edición : desde 1999 no fumo mas ¡!), y me quedó una costumbre que le copié : cada vez que abría un paquete de cigarrillos, le sacaba todo el celofán. Y parece mentira que una cosa tan tonta e irrelevante (porque habrá un fumador de cada mil o diez mil que hagan esto) me recuerde a cada rato a Robetto. Pero al fin así es !
Siempre cruzaba las piernas cuando estaba sentado, encorvaba la espalda, prendía un cigarrillo y con su típica vestimenta y cara de aguilucho, iniciábamos alguna linda conversación.
Mientras tanto, y aún yo no había terminado el curso de Piloto, en uno de esos días que no se puede hacer nada, ni siquiera volar, porque lloviznaba finito y el techo (las nubes) estaban muy bajas, un poco más arriba de la copa de los árboles, me pregunta :
- Bertram tengo que ir a la Estancia de Fulano. Quiere acompañarme ?
- Vamos en avión Robetto ?
- Sí.
Yo ya me estaba subiendo. No podía tener mayor alegría y orgullo que Robetto me llevara en uno de sus Aeroncas. Me tenía que sentar en el tanque de productos que estaba detrás del piloto. Fue la primera de muchas veces, que me llevó con él. Más adelante también me llevaba en el Pawnee ya que los dos éramos muy delgados.
Aeronca - Champion
Pawnee 235
Techo, cómo dije, a la altura de los eucaliptos. Decolò, volaba a ras del suelo, saltando alambrados, esquivando los montes. Jamás había volado yo tan bajito ! Llevábamos unos cinco minutos de vuelo, cuando veo más adelante una línea telefónica o de luz. Pensé si la habría visto. Le toco el hombro :
- Robetto... la vio ?
Calculo que le molestó. Giró medio cuerpo, me miró con cara de decir Ud. con quién se cree que está volando. Fue hermoso ver cómo la saltó para mí que nunca había volado así.
Cuando llegamos a la Estancia hace un giro alrededor del casco, buscando donde aterrizar y elige un caminito que cruzaba entre las casas y unos galpones. En el giro yo veo un caño alto que parecía servir de antena de radio, y el caño estaba justo en la línea del camino.
El giro terminó bastante cerrado para aterrizar en el camino, y la posición del Aeronca no dejaba ver el caño. Yo a ésta altura del partido ni me animaba a abrir más la boca. Pero estaba tan seguro que el caño lo teníamos enfrente ...
Tripa de corazón.
- Robetto ... vio el caño ?
Tenía un instinto nato. Actitudes reflejas de gato. Tiró de la palanca justo a tiempo y pasamos por arriba del caño y aterrizamos.
- Gracias, no lo había visto.
Es todo lo que dijo. Cómo me gustaba volar con él. Tenía lo que muy pocos pilotos tienen : experiencia, instinto, sensibilidad, solvencia con el trato del avión (no encuentro cómo graficarlo de otro modo), capacidad, conocimientos, reacción, seguridad. Era cómo si el avión fuera una parte de su cuerpo.
Así termina ésta etapa de aprendizaje de Piloto y comienza otra mejor aún, y para mí cada vez más emocionante, que fueron las etapas de Instructor novato y aeroaplicador más novato aún !
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