viernes, 13 de enero de 2012

A SU FAMILIA.

A su familia, a sus hijos, a sus nietos.

       La vida de todo ser humano transita por un espacio de tiempo tan largo, que durante todo ése período, cada individuo  genera innumerables pasados.
            Con el transcurso de los años nos vamos dando cuenta, que cada uno de esos pasados constituye una especie de sub vida, con un inicio, un transcurrir -su historia particular- y un final.
            El impacto que produce en cada uno de nosotros cada una de ellas varía de acuerdo a miles de circunstancias. En algunos casos ni las recordamos, cómo en otros es de tal magnitud que nos es imposible "despegarnos" de su recuerdo y nos acompaña permanentemente.
            En mi caso particular, en el que francamente pueden encontrarse innumerables sub vidas, hubo una persona extraordinaria, a la que no puedo olvidar, cuyo recuerdo es continuo, muchas veces diario, qué "llenó" espectacularmente una de mis sub vidas y que se llamó JOSE ROBETTO, para ustedes Pino.
            Después de muchos años, pasaba con mi señora –Mercedes- por Mar del Plata, y no pude dejar de intentar encontrarlo. Me es imposible describir la tristeza y angustia que me causó que su esposa Ester me pusiera al tanto de su fallecimiento.
            No sé porqué le dije que trataría de escribir algo sobre nuestra relación, que duró aproximadamente dos años. Creo que por necesidad. Para recordarlo yo, pero también quizá, para que constituya un agradecimiento tardío a él y su esposa de todo lo bueno que fueron para mi en esa etapa de mi vida.
            Este pequeño recuerdo, que con tanto gusto y cariño les mando, seguramente será recibido de distinta manera por cada uno de ustedes. Pero siempre hay en una familia hijos o nietos que se interesan en sus orígenes, y estas pocas líneas podrán ayudar en algo.
            Mi promesa  viene con mucho atraso, pero viene. No quiero distraer con motivos innecesarios de la demora, porque algunos son muy valederos y otros no tanto.
             Sin embargo ahora me puse a volar con mis recuerdos y lo pude hacer en una sola etapa, gracias también a algunas circunstancias que tampoco vienen al caso.
            Es mi deseo que tanto la familia cómo Claudio, Adriana, Valeria y Ecio, tan prolíficos por cierto (!) y sus tantísimos hijos e hijas sepan que han tenido un padre y un abuelo ejemplar... extraordinario.
            No creo que importe si alguna vez - o muchas - fue duro. Ninguna guerra forja caracteres románticos en las personas. Y menos para un Piloto de Caza.
            Lo que importa es que su nobleza, su rectitud, su capacidad de trabajo, su increíble sangre fría, su autoridad, su humildad, su docencia (brevísima!), lo hacen una persona inolvidable para quienes lo quisimos de corazón.
            Lo que importa es que la vida, a veces, nos da esa magnífica oportunidad de conocer a una persona de la que tanto podemos aprender.
            Me llena de alegría poder contárselos a ustedes, que tienen el honor y la gracia de ser sus descendientes, y que éste pequeño resumen de una parte de su vida pueda quedar en algún lado para que aquellos que aún no saben leer ni comprender, algún día lo puedan recordar.
            Con mucho  cariño para ustedes, sus hijos, nueras, yernos, nietos y nietas, les dejo un afectuoso abrazo.



Ester Poggio de Robetto - Ecio Robetto - Josè Robetto

No hay comentarios:

Publicar un comentario